lunes, 2 de diciembre de 2024

El secreto de la fuerza sobrehumana - Alison Bechdel

No suelo leer cómic (disclaimer: usaré indistintamente cómic y novela gráfica en este blog) pero en general los que se hacen tan famosos como para que los leamos quienes no tenemos prejuicio pero no acostumbramos a ello sí me suelen gustar. Se podría decir que he leído los "míticos" (Maus, las cositas de Alan Moore, algo de Paco Roca...) y, entre ellos, está Fun Home, de Alison Bechdel, que me fascinó durante mis años universitarios. 

El secreto de la fuerza sobrehumana es el tercer libro de memorias en formato gráfico de la autora estadounidense, famosa por las tiras cómicas Unas lesbianas de cuidado (y por el test de Bechdel, ¡tú imagínate haberte inventado eso!). En él, ahonda en su relación con el ejercicio físico, pero esto es tan solo una excusa para trazar un recorrido por toda su vida mientras, digamos, intenta encontrar su forma correcta de estar en el mundo. 

No es una buena sinopsis esta, lo sé, pero la temática de estas memorias se va tanto hacia la construcción de la identidad y toca tantísimos palos que es difícil narrar de qué habla. De qué no habla, más bien. Aquí hay meditación, budismo, adicciones (al trabajo, al alcohol), relaciones, padres y madres... un cocktail de todo lo que Bechdel ha hecho a lo largo de su vida y le configura como persona ahora mismo. Pero de lo que más hay es, digamos, una relación de todos los deportes que ha probado a lo largo de su vida (de manera saludable y no tanto) en persecución de... pues eso, de la identidad, de la fuerza sobrehumana, que al final es la lucha contra la muerte. En su momento Fun Home me dejó loquísima, es un texto brillante que sorprende por su sinceridad y por su minucioso análisis de las relaciones paternofiliales, así como la construcción de la identidad lésbica en los años jóvenes. Aquí toca también esos palos tangencialmente, sin repetirse para los que ya nos sabemos eso, pero va de la infancia a la actualidad, así que aparecen de nuevo, y de nuevo encontramos una tremenda lucidez y mucha sinceridad sin medias tintas. Bechdel mira dentro de sí y ofrece un gran análisis de sí misma, sin caer en condescendencias, pucheros ni otras historias.

El secreto de la fuerza sobrehumana parece a veces un Dónde está Wally en el que cuanto más escudriñas una viñeta más cositas encuentras. Los dibujos son sencillos, muy de su estilo, pero sí hay mucho trabajo y minuciosidad en los fondos, en los colores, y en las viñetas de página entera que lo convierten en un tomo para leer y observar con detenimiento. Es, además, una obra muy divertida, más que la otra, o al menos como la recuerdo, aunque hace años ya que la leí. Es cierto que tiene un tono serio en general, a ver, estamos hablando de adicciones y de la muerte, pero Bechdel no puede evitar ser una tía muy divertida, supongo. En cuanto se aleja un poco de los aspectos más graves de lo narrado, enseguida recurre al chascarrillo, no solo textual sino visual. Pero, en el lado más serio del asunto, no se queda atrás, y se disfruta especialmente de los finales de cada década, que parecen cuadros, y en eso que podría entenderse como un estudio de literatura comparada entre sus preocupaciones y las vidas de genios de antaño (entre ellos la trascendentalista fascinante Margaret Fuller.

En general es una lectura interesante con la que conecté mucho (puede que por estar en mi momento más runner), divertida, bien escrita y muy simpática, que no decepciona si a una le gusta el estilo de Bechdel. Puede que no tenga tanto calado como Fun Home pero sí abarca mucho más de lo que puede parecer a simple lectura. Pienso además que las novelas gráficas de esta autora son especialmente adecuadas para aquellos escépticos del formato. Tienen mucho texto que leer, reflexiones literarias y filosóficas a las que prestar atención y darle un par de vueltas, y muchas imágenes en las que fijarse a las que, sin embargo, el estilo desenfadado del dibujo convierte en una lectura amable. Bastante recomendable.

Nota a la edición: gran trabajo al traducir todos los microtextos de cada viñeta, y el tamaño, tipografía y entintado de la edición son estupendos. Pero al final, se traduce un if things go South como si las cosas se desplazan al sur (viene a ser un si todo sale mal). No me cabe en la cabeza cómo un traductor literario puede ver esa frase, realizar una traducción literal, ver que no tiene sentido y no darle ni media vuelta. Y así editores, correctores y demás involucrados. Las prisas, supongo.

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